Se dice que ciertos cepillos eléctricos pueden reducir más placa bacteriana debido a sus movimientos oscilatorios ampliamente controlados.
También se apunta que con el cepillo eléctrico el riesgo de abrasión de la superficie del diente es menor ya que tienen un mecanismo de control de la presión que los hace menos proclives a erosionar.
Un mal o incorrecto cepillado manual que ejerza mucha fuerza o presión sobre el diente puede producir abrasiones a nivel de los cuellos dentarios.
La conclusión de todo esto es que no se puede decir que los cepillos eléctricos sean mejores, ni tampoco que no se pueda mantener una buena higiene oral con el cepillado manual, siempre y cuando se conozca la correcta técnica de cepillado.
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